Derecho a aprender, una lección magistral

Un grupo de jóvenes desinformados invaden una clase de Liderazgo

En una sociedad multicultural y globalizada la tolerancia y el respeto deben ser valores que conformen el ADN de todos los individuos que formamos parte de ella.
Pueden coexistir diferentes culturas o ideologías, pero siempre desde el respeto de unas hacia otras, sin imposición.
Hoy en la Universidad de Lleida en un curso de INGENIO, Leadership School, nos hemos sentido coartados por un grupo de jóvenes alumnos desinformados, que abanderando el independentismo han invadido una clase de liderazgo y han agredido al profesor.
Armados con cámaras de fotos iban a la búsqueda de aquella instantánea en la que el profesor perdiera la calma i les agrediera. Estaban a apenas 20 cm de distancia del profesor empujándole, insultándole y vociferándole. Buscaban notoriedad, pero, ¿Para que? O mejor dicho ¿Para quién?
Por un lado, siento vergüenza por la situación, y por ello, como directora del programa, le pido disculpas al profesor y a los alumnos por la situación que han vivido, temiendo incluso por su propia integridad… Alguien ha violado su derecho a aprender.
Pero por otro lado, hoy hemos vivido una experiencia única e irrepetible – espero – de la cual como líderes, hemos de ser capaces de sacar el máximo aprendizaje.
El profesor, doctor en ciencias de la información, licenciado en periodismo y un alto ejecutivo del Ministerio de Defensa, con más de 16.000 personas a su cargo, que ha participado en misiones de paz para la ONU jugándose la vida para salvar la de cientos de personas, siendo condecorado por ello, por supuesto, ha sabido mantener la calma.
No se cuántas personas en la misma situación habrían sabido mantener la coherencia y la calma como lo ha hecho hoy el doctor Alcañiz. Le traslado mi más profunda admiración por ello.
Hoy hemos tenido el privilegio de aprender una lección magistral de liderazgo: mantener la calma bajo presión. Mantener la calma y la mente clara bajo presión es lo que hace que un líder se distinga de los demás. Incluso si el líder se siente inseguro o vacilante, no debe permitir que los demás lo noten. Los grandes líderes siempre proyectan una sensación de calma y serenidad hacia el exterior, sin importar lo que esté pasando en su interior.Así es como los demás les siguen: porque confían en su determinación, su templanza y su capacidad resolutiva.

Como ejemplo histórico tenemos a Nelson Mandela. Gran líder que supo mantener la calma bajo presión por querer unir a personas de diferente ideología hacia un objetivo común: un futuro mejor para todos.

Deja un comentario