El Talento está de moda. Las empresas, el deporte, la educación, la política, etc. Todos necesitan talento. Incluso tenemos a los “headhunters” o “cazatalentos”, para encontrarlo.
Es curioso. Seria interesante saber si quien busca el talento ajeno, conoce el propio. Es difícil identificar el potencial que cada uno tiene, cuando éste no es evidente.
Está claro, que identificar el talento de Messi, es fácil hasta para quien no es un experto en Fútbol. Pero, ¿saben cual es su talento? ¿Y el de sus hijos? ¿Y el de sus empleados?
La mayoría de las personas tenemos lo que se conoce como dominancia cerebral, y ello marca nuestras preferencias, maneras de pensar, razonar y actuar.
Si observamos el cerebro en su totalidad, tiene dos hemisferios claramente diferenciados: el derecho que es el intuitivo y el izquierdo el lógico. Ambos tienen funciones diferentes, que se complementan entre sí.
El hemisferio derecho de nuestro cerebro está dominado por la intuición y es el encargado de la creatividad y la conexión de ideas: es quien nos da las soluciones. Y el izquierdo con su capacidad analítica, las cuestiona, las analiza y las pone en práctica.
Las personas que utilizan más el hemisferio izquierdo tienen la comprensión lectora, entienden los problemas y utilizan la lógica para resolverlos: son lógicos, objetivos y estructurados. Controlan sus sentimientos, y tienen dificultades para encontrar soluciones creativas o innovadoras.
Las personas que utilizan más el hemisferio derecho son intuitivos, espontáneos y creativos. Expresan sus sentimientos, pero tendrán dificultades para concentrarse, focalizarse. Con lo que pueden dispersar capacidad y energía.
La enseñanza tradicional, se ha enfocado en el desarrollo de la parte cognitiva, la que incorpora el razonamiento, el aprendizaje y la memoria. Últimamente, parece haberse dado cuenta de la importancia de la creatividad, y se enfoca principalmente en ella, cuestionando ahora, la validez de la parte racional…
Vamos de un lado al otro del cerebro…
¿Por qué hemos de conformarnos con ser racionales o con ser creativos? Si somos creativos e innovadores y sabemos cómo aplicarlo, ¿no tendremos más oportunidades?
No tiene sentido focalizarnos solo en la mitad de nuestro potencial. Tenemos medio cerebro creativo que trabaja en equipo con el otro medio, el lógico. Así que aprendamos tanto ideas lógicas como creativas. Si tenemos tendencia a la creatividad, intentemos concentrarnos, poner atención en tareas cada vez más complejas. Es cuestión de práctica. Y viceversa, si tenemos tendencia a la concentración, el análisis, y nos resulta difícil crear, innovar, aceptar el cambio, pongámonos a prueba cada día, cada semana, practiquemos la creatividad. Creemos cosas nuevas, hábitos nuevos. Si utilizamos ambos hemisferios, aumentamos nuestro potencial.
Si no, necesitaremos a alguien que nos guíe, que sepa optimizar nuestro talento. ¿Aladín frotando la lámpara? ¿Por qué elegir si podemos desarrollar y utilizar ambos?
En este sentido, cobran importancia las competencias. El eje principal de la educación por competencias es el desempeño entendido como «la expresión que el sujeto debe hacer de lo que sabe, no del conocimiento aislado, en condiciones en las que el desempeño sea relevante» (Malpica, 1996). Desde esta perspectiva, lo importante no es la posesión de determinados conocimientos, sino el uso que se haga de ellos.
Resumiendo, que lo crucial, lo que diferencia a personas muy bien preparadas de triunfadoras, es que las segundas, además de tener el conocimiento, saben como utilizarlo.
SARA SAMPEDRO 