El próximo viernes, presentaré en el Congreso de Inteligencia Emocional, una comunicación científica que arrojará los primeros resultados de mi investigación sobre Líderes auténticos.
Todo nuestro entorno reclama la existencia de un nuevo tipo de líderes. Líderes sinceros, consistentes y éticos. Un liderazgo auténtico. El concepto de «autenticidad» (ser fiel a uno mismo) tiene una larga tradición que se remonta a los antiguos griegos. Los líderes auténticos son individuos profundamente conscientes de sus valores y creencias, de cómo se comportan y, a su vez, de cómo son percibidos por los demás. Estos líderes desean de forma sincera servir o ser útiles a los otros a través de su posición privilegiada dentro del grupo. Por ello, están más interesados en desarrollar las competencias de las personas con las que trabajan y darles más libertad a la hora de realizar su tarea que en utilizar su autoridad para dirigir a los otros. De esta forma, los líderes auténticos reconocen y valoran las diferencias individuales y son capaces de identificar los talentos o cualidades positivas de las personas a su cargo y ayudarles a fortalecerlas. Desde el punto de vista de los seguidores, los líderes auténticos son percibidos como personas que actúan de forma transparente con los demás y en concordancia con los valores y creencias que mantienen (Avolio, Gardner, Walumbwa, Luthans y May).
Algunos de los fundadores de la corriente, postulan los cuatro componentes fundamentales del líder auténtico: (1) en lugar de fingir su liderazgo, los líderes auténticos son fieles a sí mismos (y no se ajustan a las expectativas de los demás), (2) los líderes auténticos se motivan por convicciones personales, en vez de conseguir estatus, honor, u otros beneficios, (3) los líderes son auténticos, no copias y lideran desde sus propias convicciones personales (4) tienen claros sus valores, metas y motivos, entienden el significado de lo que hacen y así lideran por un propósito mayor. Comprenden el impacto que tienen sobre los demás, asumen la responsabilidad por ello, y cuidan de las personas tanto como de los resultados.
George escribe «la persona más difícil que te tocará liderar es tú mismo. Cuando logras liderarte a través de retos y dificultades, encontrarás que liderar a otros se vuelve relativamente más llevadero. Siendo auténtico y consecuente con tus creencias, podrás reunir personas alrededor de un propósito común y de un conjunto de valores, y empoderarlos para avanzar y liderar».
En nuestro estudio, pudimos entrevistar a Ángel Olaran, misionero de los Padres Blancos en la misión de Saint Mary, en Wukro, situada al norte de Etiopia. Olaran es una persona de grandes convicciones, orientado a una misión clara: ayuda al prójimo y se ha enfocado a la población de Wukro. Quiere mejorar las cosas. Desea el bien común.
El Sr. Jaume Alsina, presidente del Grupo Alimentario Guissona, S.A., tomó la determinación de ser líder. Fue de los primeros empresarios en informatizar sus empresas, dio mucha importancia a la formación de sus equipos y a la orientación a objetivos. Habla de su trabajo con orgullo y entusiasmo. Como dijo Alsina: “El líder no nace, se hace”.
Para el desarrollo del liderazgo auténtico es indispensable conocerse a uno mismo, la historia de su vida y ser fiel a uno mismo. Aquellos que no lo son, no tienen una historia coherente que contar. “Éstos, pueden llegar a ocupar posiciones de liderazgo, pero no transmitirán coherencia ni serán capaces de establecer alianzas a largo plazo”. B. Shamir, G. Eilam.