¿Qué podríamos decir con respecto a resistir las tentaciones de la vida real?
Un estudio realizado a 1037 niños durante su infancia, cuyo desarrollo se vio rastreado décadas después por un equipo distribuido por varios países, nos revela la respuesta.
Del equipo formaban parte especialistas de disciplinas muy diferentes, cada uno con su propia visión del autocontrol, el marcador clave de la autoconciencia que se relaciona directamente con la perseverancia, resistencia al fracaso y la motivación para alcanzar un beneficio futuro o posterior. Esos niños realizaron, a lo largo de su vida escolar, una impresionante batería de pruebas.
Un par de décadas más tarde, fueron estudiados de nuevo para valorar su Salud, Riqueza y su estilo de vida.
El estudio demostró que el nivel de autocontrol de un niño demuestra ser un predictor más fuerte para el éxito financiero, que el coeficiente intelectual o la clase social de la familia de origen.
Podemos estimular y desarrollar esta capacidad en nuestros hijos. Una manera es mediante la práctica de un deporte semiprofesional. Con ello se modulan un sinfín de habilidades muy importantes para el desarrollo de la persona. La persistencia, la tolerancia al fracaso, incluso resiliencia, la autodisciplina, la orientación al logro, el compromiso, el trabajo en equipo, etc. Se entrenan muchas horas, se aprende a ganar y a perder. Se aprende a superar las derrotas y a volver a enfrentarse.
Lo decía Albert Einstein, «hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad».
Ejemplos de tenacidad y perseverancia como Rafa Nadal o Gemma Mengual. O de mejora continua como Michael Jordan, quien conoce perfectamente su número de errores y tipologia. Todos referentes en sus disciplinas.
Yo practicaba el baloncesto. Recuerdo entrenamientos en invierno, con bajas temperaturas. El dolor del frio en los dedos de las manos, cuando entrenábamos. Recuerdo las derrotas y lo duro que era volver a entrenar cuando perdías. Recuerdo lo difícil que era mantener la motivación cuando la confianza te flaqueaba… Pero también recuerdo a las compañeras de equipo, su apoyo y su amistad. Con ellas aprendí a perserverar, a tolerar el fracaso y a compartir el éxito.
El autocontrol es la capacidad de quedarse a preparar un examen, cuando tus compañeros salen de copas.
Es también la habilidad que hace que un emprendedor persiga con pasión materializar su idea, lidiando con las contínuas dificultades.
Es la confianza de un inventor que fracasó 999 veces en su intento de encender una bombilla y a la 1000 lo consiguió, Tomas Alva Edison. Era un emprendedor además de inventor. De él es la frase “toda persona debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores”.
Es la perserverancia de un empresario que fue a 47 bancos diferentes a solicitar un préstamo para financiar su pelicula. El 48 se lo concedió. ¿Saben qué película era? Star Wars, de George Lucas. Con un presupuesto de 11 millones de dólares y una de las más taquilleras de la historia del cine, con una recaudación de 775 millones de dólares.
Es la capacidad de soñar de emprendedores a quienes les tacharon de “locura” su fijación por producir un largometrage de animación en 1934. ¿Saben que película era? Blancanieves, de Walt Disney, con un presupuesto de 1,5 millones de dólares y una recaudación de 8.
Walt Disney, soñador y emprendedor dice que él ya no duerme para descansar… Ahora simplemente duerme para soñar”.
Así que mis deseos para ustedes son grandes dosis de Visión, Pasión y Perseverancia, que les ayuden a alcanzar sus sueños.